Inaugurado en el centro de Servisub de Antofagasta, sus propiedades regenerativas buscan evitar la amputación de extremidades en casos de gangrena, ayudar en accidentes de buceo y tratar diversas enfermedades.

Una vez dentro de ella cualquiera diría que uno se encuentra dentro de un submarino o una nave a punto de lazarse a una odisea del espacio. Más aún cuando hay que ponerse una mascarilla que suministra oxígeno al 100% en un ambiente presurizado y a presión mayor que la atmosférica.

Y es que la experiencia que entrega la recientemente inaugurada cámara hiperbárica de Servisub Ingenieros Ltda es única por partida doble: tanto en los accidentes de buceo como en su función de oxigenoterapia hiperbárica (OHB) en el ámbito medicinal.

En el caso de la primera aplicación, “tiene que haber reglamentariamente una cámara (aunque no se ocupe) en aquellos trabajos de buceo comercial a más de 40 metros de profundidad, siendo más frecuente su utilización en los accidentes de buceo principalmente de los mariscadores”, precisó el gerente general de Servisub, Ricardo Rojas Alegría.

Mientras que en el área de la salud, la cámara hiperbárica es una terapia complementaria que tiene propiedades regeneradoras, antinflamatorias y bactericidas. Además, esta nueva alternativa para mejorar la calidad de vida de los pacientes trata distintas patologías, como enfermedades por descompresión; embolia gaseosa o aérea; intoxicación por monóxido de carbono; infecciones necrotizantes de tejidos blandos; osteomielitis; osteroradionecrosis y radionecrosis de tejidos blandos; isquemia periférica traumática aguda; quemaduras térmicas; anemia aguda; abscesos intracraneano; gangrena gaseosas y lesiones de pie diabético y el retraso que conlleva en la cicatrización.

Rojas, de hecho, destacó que la nueva cámara hiperbárica inaugurada en el centro de Servisub (La Serena Nº 445 – Antofagasta), ayuda a tratar la diabetes de una forma que no es invasiva. “El fenómeno radica en que todo gas que se respira bajo presión pasa a formar parte del sistema circulatorio. Entonces, la cámara presuriza y el oxígeno que el paciente respira cumple la función de regenerar dentro del sistema circulatorio”, añadió Rojas, quien además sostuvo que esta regeneración abarca a todos los órganos del cuerpo. “De ese modo y por medio de este tratamiento es que buscamos que los pacientes con gangrena eviten la amputación de sus extremidades”.

Cabe precisar que después que un diabetólogo les envía al centro las instrucciones de 15 a 20 sesiones por paciente, éstos tienen que estar dentro de la cámara durante una hora, cuyo lapso siempre está supervisado por una de las tres enfermeras con que cuenta el centro de Servisub (uno de los únicos a nivel país que, sin ser hospital, están autorizados a prestar este servicio medicinal). Y si el potencial cliente no está accidentado ni tiene una enfermedad también podrá ocupar la cámara hiperbárica con fines de belleza o para una recuperación más rápida en los deportistas de alto rendimiento, como es el caso de la selección chilena de fútbol, que utilizó una de estas cámaras en sus partidos contra Bolivia y Venezuela.

Fuente: Soychile.cl